Saturday, March 26, 2011

Los manifestantes sirios queman una comisaría y una sede del partido gobernante

Las prostestas contra el régimen de Bachar el Asad no cesan en Siria, ">pese a la violenta represión que ayer dejó más de 20 muertos. Hoy, cientos de personas han quemado la sede local del gobernante partido Baaz y una comisaría de policía en la localidad de Tafas, muy cerca de Deraa, donde ayer se produjeron violentos enfrentamientos. Los disturbios se han producido durante el funeral de Kamal Baradan, uno de los manifestantes muertos ayer.


Mientras, decenas de presos políticos han sido puestos en libertad en las últimas horas, según han informado activistas de derechos humanos. Según la agencia Reuters, los liberados son 260, en su mayoría islamistas, que estaban recluidos en la prisión de Saydnaya. "Son presos que han cumplido tres cuartas pares de la condena y por tanto ya pueden ser liberados, pero las autoridades rara vez conceden ese derecho de gracia", ha asegurado a la agencia un abogado que quiere guardar el anonimato.
En declaraciones recogidas por EFE, el activista y ex preso político Akram al Buni ha informado de que esta mañana fueron liberados cerca de 70 presos, la mayoría de ellos kurdos en la misma prisión. También ha dicho que las autoridades de Damasco están analizando la posibilidad de poner en libertad a otro grupo de presos "muy pronto". Al Buni no ha facilitado la identidad de los activistas políticos excarcelados.
La medida se añade a otras adoptadas por el régimen para frenar la ola de protestas que está reprimiendo en las calles con extrema dureza. El pasado jueves, Buthayna Chaabane, consejera política de El Asad, apareció en televisión para prometer más libertad, menos corrupción y un aumento de sueldo a los funcionarios. Lo mismo que ya había prometido en 2005 sin cumplir nada.
Pero mientras se prometen estas medidas, las fuerzas de seguridad siria perpetran auténticas matanzas entre los manifestantes, especialmente en dos ciudades del sur del país, la citada Deraa y Sanamein.
Lo que parece claro es que en Siria no se dan las condiciones para una revolución relativamente poco cruenta, como en Túnez y Egipto. El Ejército está directamente controlado por la familia El Asad. Si las protestas culminaran en una rebelión el escenario más probable sería el de una nueva Libia. Eso podría disuadir a la gran mayoría de la población urbana a unirse a la protesta: están hartos del régimen pero poco interesados en una guerra interna o en la subida al poder de los islamistas

No comments:

Post a Comment